Gotas de tinta

miércoles, 24 de julio de 2019

Por una biblioteca...EN EL MUNDO ENTERO

Al igual que en su día, me apoyaron y creyeron en mí, otorgándome el primer premio de relatos cortos, por mi obra  "Monstruodillas", hoy quiero darles un millón de gracias, que hago extensible a todas y cada una de las personas que me apoyan, que me inspiran y que me ayudan cada día a que siga mi sueño.

Aún soy muy joven y aunque hay muchas personas en el mundo que escriben, y muy bien por cierto, yo escribo con mi mano temblorosa, líneas torcidas, en mi cuaderno de florecitas y hago dibujitos en los márgenes. Todo eso me ayuda a imaginarme tan claro a los personajes que a veces sueño y continuo mi cuento ahí...donde todo es posible...y al día siguiente voy corriendo a escribirlo...o lo que casi siempre hago..."mamá te cuento mi sueño antes de que se me olvide, acuérdate!!!...
Aquí les dejo la dirección de la biblioteca de Playa Blanca, donde cuelgan eventos interesantes, concursos y muchas cosas de interés.
GRACIAS DE NUEVO...

bibliotecaplayablanca.blogspot.com/

Detrás del sol y de la luna hubo una vez un lugar que fue realmente muy especial. Al poco de nacer el mundo, escondido entre un frondoso bosque, creado por la madre tierra un elfo muy solitario ya que decían que estaba loco, vivía cerca del centro de la tierra, en donde sólo ganaba el más fuerte, el más sabio o quizás el más astuto.
Todo estaba cubierto de árboles, niebla y hacía mucho frío, la luz era sólo un privilegio que tenían unos pocos habitantes y justo nuestro protagonista era portador de ella; una pequeña llamita que cuidaba con mucho amor, pues con ella podía caminar sin tropezar, ver los peligros que podían venir en la oscuridad y comer caliente.
En ese mundo, detrás del sol y de la luna, ese elfo se propuso vencer a un ser malvado con unos cuernos enormes, que eran capaces de quitar a los privilegiados su pequeña llama de luz, pero para llegar a ese logro debían de buscar cómo, cuándo, dónde y con quién emprender ese viaje.
Bito, así se llama nuestro protagonista, era muy bajito, de un metro diez centímetros, orejas puntiagudas, cara regordeta y pelo naranja, su apariencia dice más de su personalidad de lo que él quiere que el resto sepa, es tan especial que ni él se puede imaginar.
Es único pues cuando aún no había nacido el mundo, las estrellas indicaron que no iba a ser alguien corriente. Se sabe que todos nacemos con un don: la música, la escritura, la inteligencia, pero Bito nació con el don de tener una gran imaginación,  siempre estaba imaginándose cosas; cosas que cobraban vida y que, a veces, se le iban de las manos y casi le descubrían.
Vivía en una madriguera en la tierra, muy cerquita del mismísimo centro de todo el mundo. Ahí empezó a pensar cómo, cuándo, dónde y con quién emprender ese viaje. Pensó y pensó hasta que las orejas se le doblaron y al final llegó a la conclusión de que, sólo él se arriesgaría a eso y no se dio cuenta de que mientras murmuraba un sinfín de formas de derrotar a ese ser maligno, fueron apareciendo y cobrando vida dos pequeños gnomos, armados con unos trozos de palitos retorcidos, que brillaban más que cien mil llamitas enormes, con unas vestimentas un poco extrañas, de colores chillones y con barbas tan grandes que apenas se distinguía sus caras. Ya sabía CON QUIÉN iría a esa aventura.
Sorprendido les habló y ellos le insistieron en que se diera prisa que no quedaba mucho tiempo. Sorprendido salió tras ellos y por el camino, esos acompañantes improvisados ya le habían proporcionado el CUANDO, y es ahora. Unas mariposas en su estómago le acompañaron todo el camino y al llegar al borde de una enorme montaña, dijo, hemos llegado al DÓNDE.
Por Dios, se dijo en voz alta, estoy muerto de miedo. Sus compañeros lo miraron y dijeron a la vez, sube!!!
En la montaña habían ríos de aguas tan negras como antes de existir el sol y la luna y con los palitos de sus amigos iluminaban el camino y ahuyentaban a seres peligrosos, que si existieran en la Tierra, dejarían helada la sangre, se retorcían a su alrededor susurrando cosas que no entendían, aullidos terroríficos. Les rozaban los pies y las manos y les atraían al abismo. De repente ante los tres, apareció como arte de magia una gran puerta de hierro que se abrió. Dio paso a un mundo en el que al parecer todo era posible, los árboles cobraban vida, los animales extraños hablaban y caminando un largo e interminable tiempo le señalaron a Bito un enorme árbol viejo, que tenía un hueco en su tronco, habían llegado a la madriguera del ser maligno.
Bito decidió entrar y un viento empezó a levantarlo todo, pero lo peor de todo es que, aquello formaba parte de una diabólico plan que iba mucho más allá de lo que nadie jamás podía imaginarse. El ser maligno les tendió una trampa y salió de repente dando un manotazo a sus dos amigos imaginarios, desapareciendo como el humo, dejando en el suelo las varas luminosas.
Se dirigió a toda velocidad hacia Bito, mientras gritaba,  ESTAS TIERRAS SON Y SERÁN SIEMPRE MÍAS. Intentó por todos los medios agarrarlo, pero el monstruo era tan grande que no pudo entrar en el hueco del árbol y se fue.
Entonces viendo que tenía que hacer algo salió corriendo hacia donde se había dirigido el monstruo, ese era el CUÁNDO, no sin antes coger las dos varas y una vez que lo tuvo cerca grito para, gritó paraaa!!!! y gritó tan alto PARA!!!!. Empezaron a aparecer seres luminosos y la oscuridad fue pasando a la claridad más mágica que antes podía haber visto nadie y poco a poco ese ser fue haciéndose más pequeño, hasta alcanzar el tamaño de una nuez, partiéndose en dos y del que se desprendió una bocanada de aire frío que pasó susurrando por encima de su cabeza, eran sonidos raros y misteriosos. Bito había encontrado casi el CÓMO.
De repente una ráfaga de aire helado lo envolvió y su mágico don le hizo sentir que algo malo iba a suceder y aunque en el fondo era valiente no pudo evitar  un fuerte escalofrío, algo le decía en su interior que no había acabado con el mal. El cielo, antes iluminado se cerró con un gran eclipse y apretando los puños con gran fuerza y cerrando los ojos gritó PARAAAAAAA!!!!!. Del suelo empezaron a salir ramas que lo envolvía todo y crecían a lo alto, lo atraparon, lo zarandearon y, poco a poco Bito abrió los ojos y apareció en un lugar precioso, que aunque no lo imaginaba era su hogar.
Descubrió que acababa de salvar el mundo, y que los males con los que habían luchado eran pesadillas que se habían escapado de la cabeza de las personas.
Daniela Arrocha Robayna. 9 años.
Ganadora Infantil del VI Certamen de Relatos Cortos de Playa Blanca. 2018.




1 comentario:

  1. La biblioteca en Playa Blanca, es un sitio muy cercano, quiero de ir, que las personas que lo llevan don muy amables, un sitio agradable de conocer y además disfrutas de la lectura y eventos que se organizan.
    Veo que has participado en uno de sus concursos y es meritorio tu interés en querer dedicarte a la escritura.
    Ojalá se sumen más a querer conocer, leer en definitiva en disfrutar de un buen libro.
    Felicidades, me encanta tu forma de escribir...engancha hasta el final...quiero leer más de tus creaciones!!!...

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