Gotas de tinta

lunes, 29 de julio de 2019

El Bosque de Brocelandia

Hace tiempo, en mi clase, leímos un cuento de un bosque, el Bosque de Brocelandia.
Aquel bosque tenía treinta leguas de largo y más de veinte leguas de ancho.
El dueño era un horrible gigante negro como la noche y era capaz de hacer repugnantes serpientes y arder todo lo que tocaba.
Unas aguas estancadas y sombrías reflejaban el espeso verdor, hierbas y musgos lo cubrían todo, engañando a todo aquel que osara caminar por allí, haciéndole creer que era tierra firme.
Se oían horribles aullidos, cuando un día sin saber cómo, en una excursión, pinchamos una rueda y no nos quedó más remedio que acampar...cuando a mi espalda sonó aquellos sonidos que hacía que se te erizaban los pelos de la nuca y de un salto mis pies corrieron hacia la dirección contraria.
El agua de aquel estanque olía a perro mojado, y me daban arcadas.

¿Quieres hacer punto de cruz conmigo?, te prometo que no te comeré hoy....ya veré mañana.

Me di cuenta de que todo lo que decían no era del todo cierto. Las repugnantes serpientes eran madejas que se le cayeron al estanque de las hierbas acuáticas, que hicieron que se tiñeran de verde sus aguas...y no quemaba el bosque, sino que usaba antorchas para no pisar a los animales por la noche.

Espero que les haya gustado. Nos vemos entre líneas.

El Callejón de la Sangre

Ahhhh!!!, qué miedo😟, ay menos mal que están aquí, estaba viendo una película sobre vampiros, por cierto, hablando de vampiros, me acabo de acordar que hace tiempo escribí un historia, sobre vampiros, 👹pero no creo que sea tan terrorífica como la que estoy viendo, pero bueno, eso ya será decisión de ustedes. 

Este relato se me ocurrió cuando me estaba leyendo un libro donde la trama era que, en aquella ciudad habían infinidad de tienditas donde se vendían libros, de cualquier cosa; jardinería, terror, fantasía, etc. 

Al terminar de leerlo estuve varias semanas pensando en ese libro, ya que me había gustado mucho. Días más tarde se me ocurrió hacer una historia un poco más salida de mi contexto fantástico y decidí hacer algo de ¡VAMPIROS!.

El principio lo tenía tan claro como el agua, pero aparte de eso no sabía que más poner, y  claro está, no quería tirar la historia al cajón de "historias inacabadas por siempre", así que lo que hice fue dejarlo durante un tiempo. 

Pasaron días y los días se convirtieron en semanas sin saber que más poner. Pero todo eso cambió cuando me fui a la Villa de Teguise, donde me contaron varias curiosidades de allí, anoté en mi libretita todo lo que me podía servir para futuros cuentos, después de unas largas horas paseándome por allí, nos fuimos a casa de nuevo; abrí la carpeta donde tenía el cuento y decidí escribir lo que me enseñaron ya que pensé que podría encajar con el principio y después de escribir tanto se me encendió la bombilla, "YA SÉ", y sí, lo dije gritando, mi madre se quedó muy extrañada pero le expliqué mi idea, podría unir lo que me enseñaron en la Villa de Teguise con el cuento que me había leído, ella me dijo que era buena idea....y asi, con esa lluvia de ideas reanudé la escritura de este cuento y después de unas horas y unas cuantas más, lo tenía listo. Bueno no me extiendo más y aquí os lo dejo 👩.

EL CALLEJÓN DE LA SANGRE

Érase una vez un callejón mágico, que cada vez que entrabas, una curiosa leyenda pasaba una y otra vez.
Sólo aquel que escuche este cuento sabrá lo que pasó.
Una noche de luna llena, en una época de magia, como nunca había visto, en la vieja Villa de Teguise, sucedió algo extraordinario. 

Cerrad los ojos y utilizad el poder de la imaginación, para que la magia de este cuento entre en sus mentes.  

En la Villa de Teguise vivía una familia descendiente de grandes magos y el más pequeño de ellos, nació con una maldición, que la familia arrastraba desde hacía siglos.

Ese pequeño tenía un aspecto tan feo, que todos en el pueblo evitaban mirarle directamente a la cara, sin pararse a descubrir la belleza y la sabiduría que poseía en su interior.
La maldición le hacía caminar por las noches hasta el callejón más oscuro y alejado del poblado, cuando había luna llena....,se acercaba a un punto exacto marcado con una equis de color rojo como la sangre y cuando apoyaba su cabeza, luces y ruidos espantosos atravesaban los muros de la calle y desaparecía, por días enteros, sin saber nadie dónde estaba.

Como dije antes, este niño tiene una maldición que había heredado de su antepasados. La razón de este hechizo sucedió una noche de verano.
Habían anunciado en las noticias de brujería y de magos, que estaba totalmente prohibido salir de casa cuando hubiese luna llena, ya que la luna afectaba a los poderes mágicos y se revelaban ante todos sin poder evitarlo, sin embargo esta familia se arriesgó a salir, en una noche con luna llena para ir a una fiesta. Todo parecía ir bien, pero...unos minutos después de llegar, los magos empezaron a soltar chispitas de fuego y todo el mundo decía"¡Oh no, son magos, son brujos, son unos malvados!".

Desde ese momento nadie quiso ir a comprar a su pequeño negocio, una farmacia que tenían en un pequeño callejón, ya que pensaban, que al ser magos, les darían algun tipo de bebida extraña que les hisiese oler a queso.
Y por esta misma razón, por no hacer caso, el rey de los magos les lanzó una maldición, que consistía en que todas las noches de luna llena, sus hijos varones y los hijos de sus hijos, se levantarían sonámbulos hacia ese callejón, por muy lejos que esten, y les telestransportarían a un sitio, el cual no debe ser nombrado en estos momentos...
Una noche, nuestro personaje llegó a la edad de 11 años y ya estaba preparado para descubrir porqué se perdía durante días. Esa noche, sus padres le revelaron toda la verdad y descubrió que era un VAMPIRO y que esa equis era el teletransportador a ese lugar prohibido para ellos.
Cuando el chico llegó al otro lado de sus muros, todo le resultaba extraño, ya que habían muchísimos puestos con distintas clases de néctar, de distintas escalas de rojo que parecía sangre pero..no sangre humana sino una sangre que la sacaban de una flor llamada Sangriflor.
Primero vio un puesto que tenía un cartel que decía: ¡ATENCIÓN, vengan aquí!, sangre ecológica recién sacada de la Sangriflor. El chico la probó, pero no le convencía, luego vió otro que decía: ¡ATENCIÓN, sangre con sabor a chuches!. El chico la probó y le gustó pero..comer chuches todos los días como que no.
Después de probar en distintos puestos, había uno que le llamó la atención, porque su cartel decía: ¡Sangre con sabor a Amistad!. El chico la probó y fue una de las que más le gustó, tenía un pequeño toque de dulzura y otro sabor que no sabría describir, era un sabor que nadie e incluso el mejor describidor de bebidas Sangriflorianas podría descifrar.
Entonces le preguntó a la señora: "¿Esto me asegura tener una amistad buena para toda la vida?"La señora se quedo un rato pensativa y de pronto dijo:"Sí, pero sólo si se lo das a alguien que de verdad quieres que sea tu amiga o amigo".
El chico muy emocionado se llevó dos botes de la bebida de amistad y cuando estaba a punto de irse le preguntó a la señora: "dos preguntas, ¿cómo funciona esta bebida de amistad? y ¿cómo se llama este sitio?". La señora le dijo amablemente: "la bebida funciona de esta manera: te tienes que beber el bote entero, después te pones un poco de la bebida en la mano y tienes que rozarles alguna parte del cuerpo con esa mano y así la gente verá tu belleza interior y querrá ser tu amiga, y en cuanto tu segunda pregunta, ¿cómo crees que se llama este sitio?.
Pues el Callejón de la Sangriflor, pero como era muy difícil de pronunciar le prefirieron llamar EL CALLEJÓN DE LA SANGRE." 
El chico con todas sus dudas aclaradas se fue muy contento a su casa, otra vez habían pasado seis días. Hizo lo que le dijo la señora y después de unas semanas la gente de la Villa de Teguise vió su belleza interior y quisieron ser sus amigos.

Espero que les haya gustado y nos vemos entre líneas.